
A pesar de las mutuas denuncias entre partidos políticos, el padrón electoral va a llegar al día de los comicios plagado de irregularidades. Yo mismo pude ver filas de personas en los módulos del IFE que, a juzgar por sus mejillas rosadas, típicas en la montaña, no eran vecinos de mi costera población. También pude ver como les repartían comprobantes de domicilio para que dieran sus datos, obviamente falsos, ante las autoridades. En fin... nomás por puro morbo, revise el lector las casillas especiales el día de las elecciones y verá cómo en poblaciones pequeñas se dispara la votación.
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